La vida cotidiana en las escuelas también fue atravesada por el control, la censura y el autoritarismo. El Normal 4 no fue la excepción. A través de los siguientes testimonios, recuperamos algunas de las voces de quienes fueron estudiantes en ese tiempo y vivieron en carne propia un sistema educativo que no sólo impartía conocimientos, sino que también regulaba los cuerpos, las palabras y los silencios.

Las normas escolares que se imponían excedían ampliamente lo pedagógico. Desde la obligatoriedad de usar medias exclusivamente azules hasta la imposición de una pechera blanca para que no se viera el cuello de otro color bajo el guardapolvo.  Cada norma buscaba uniformar, ocultar la diferencia e instalar la obediencia. Había temas de los que no se podía hablar, preguntas que no se debían hacer, y actitudes que podían costar amonestaciones, sanciones o estigmatización.

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En esta sección presentamos relatos que dan cuenta del día a día escolar marcado por el disciplinamiento, en el que las prácticas autoritarias de muchos docentes se transformaban en una extensión del clima represivo de la época. Escuchar estas memorias es también una forma de seguir preguntándonos cómo se ejerce la autoridad en la escuela, qué se enseña más allá de los contenidos y qué lugar tiene la palabra del estudiante en ese entramado.