MILITANCIA
“Hasta la adolescencia, la memoria tiene más interés en el futuro que en el pasado, así que mis recuerdos del pueblo no estaban todavía idealizados por la nostalgia”. Gabriel García Márquez, en Vivir para contarla, 2002.
Durante la última dictadura cívico-militar en Argentina (1976-1983), los argentinos y las argentinas vivimos bajo un clima de control, represión y miedo que marcaba la vida cotidiana en todo el país. A pesar de ello, algunas compañeras, en este caso, del Normal 4, eligieron militar en busca de justicia social y un país más equitativo, asumiendo enormes riesgos personales que podían costarles la vida, la libertad o su identidad.
En el Normal se gestaron espacios de resistencia en el que se compartían lecturas prohibidas, se organizaban reuniones clandestinas en los baños donde se distribuían publicaciones contrarias al régimen. Mientras algunas repartían escritos políticos, otras se involucraron en organizaciones políticas y sociales, desafiando un sistema que perseguía cualquier forma de oposición.
Si bien este proceso no fue exclusivo del Normal 4, los testimonios de nuestras compañeras muestran cómo las experiencias escolares estuvieron profundamente ligadas al contexto político y social de la época.

Ilustración - Ignacio Bechara
Por otra parte, los relatos contrastantes reflejan la diversidad en la percepción de cada adolescente según su entorno familiar, ya fuera politizado o dominado por el silencio y el miedo. Las memorias personales se entrelazan con los procesos históricos, generando una riqueza que es necesario preservar.
Reconstruir la memoria de la militancia de algunas de nuestras compañeras se transforma en un acto de resistencia y afirmación de nuestra identidad, frente a quienes, desde el Estado, buscan minimizar las atrocidades del pasado o eliminar los espacios de Memoria. Mantener viva esta historia no solo combate el olvido, sino que también reivindica sus valores y el compromiso con la realidad de la que formaban parte.